Solía ser adicto al trabajo.
Cuando hice esta entrevista para Quicksprout sobre un “día cotidiano” hace unos años, me di cuenta de algo interesante.
Casi no dormía.
Echa un vistazo a este horario:
- 6:45 am – Despertar. Revisar correos (antes de levantarme)
- 7:00 am – Hacer ejercicio.
- 8:00 am – Arreglarme.
- 8:30 am – Desayunar.
- 9:00 am – Responder más correos.
- 10:00 am – Hablar con clientes potenciales. Hablar bastante.
- 12:00 pm – Almorzar.
- 1:00 pm – Contestar más correos.
- 2:00 pm – Hacer diversas tareas.
- 3:00 pm – Hablar con más clientes. Hablar aún más.
- 5:00 pm – Hora feliz con los clientes. O revisar más correos.
- 6:00 pm – Correos.
- 7:00 pm – Cenar.
- 8:00 pm – Otra ronda de correos.
- 9:00 pm – Intentar relajarme.
- 11:00 pm – Responder correos.
Si tenía suerte, podía dormir antes de la medianoche, tan solo para despertarme y volver a hacer todo otra vez.
Solía ser como el norteamericano promedio que con frecuencia sufre de déficit de sueño.
En esa época, podía decir que “trabajaba siete días a la semana y no había tenido vacaciones en más de diez años.”
¿En qué estaba pensando?
¡Ah! Claro. Realmente pensaba que este horario me hacía ser más productivo. Pensaba que si no respondía un millón de correos al día, perdería clientes.
Supongo que lo que quiero decirte hoy es que…
Todo eso son tonterías.
Te voy a decir por qué esta es una estrategia equivocada.
Y luego te mostrare cómo he podido corregir «esa rutina» para dormir más de nueve horas todos los días, a la vez que gestiono varias empresas multimillonarias.
Estar exhausto no es sinónimo de trabajar duro
Solía ver el sueño como lo más inconveniente del mundo.
Simplemente era una pérdida de tiempo entre hacer cosas para hacer crecer mi negocio y pasar tiempo con mi familia.
Yo quería trabajar duro. Yo quería sentir que era productivo.
Como una vez dijo Henry Wadsworth Longfellow:
“Las alturas que grandes hombres han logrado y mantenido no se consiguieron por un vuelo repentino pero ellos, mientras sus compañeros dormían, trabajaban por la noche sin cesar.”
Yo sentía eso. De todas formas, la mayoría de personas no duermen tanto.
Si no tuviera que dormir, tendría más éxito… Eso tenía sentido para mí.
Así que dejé de dormir bastante.
Y, durante un tiempo, veía los frutos de mi trabajo. Más o menos.
Mi negocio estaba creciendo. Mis clientes sabían que les respondería. Y ellos respondían también. Todo marchaba de acuerdo al plan.
Pero luego llegó el agotamiento.
Supe que algo andaba mal cuando empecé a olvidarme de cosas importantes.
No podía tomar decisiones de la forma en que solía hacerlo. Las personas me hacían preguntas simples y no podía responderlas.
Contestaba cerca de 400 correos cada día, y me llevaba cerca de cuatro horas.
Eso es casi 12 veces más que un usuario de correos promedio.
Mentalmente, no me sentía bien.
Ahí es cuando supe que tenía que hacer un cambio.
Así que hice algo radical.
¡Empecé a dormir!
Cómo dormir cambió todo el panorama de mi trabajo
Quizá te preguntes: “Neil, no creo que tu carga de trabajo se haya reducido. ¿Cómo hiciste para dormir más horas con la misma cantidad de trabajo?”
Todo se trata de capacidad mental.
Cuanto más descansado esté tu cerebro, más puede trabajar durante las horas en las que estás despierto.
Puedo dar fe de ello. Al igual que lo pueden hacer algunos de los mejores atletas del mundo.
Mira cuántas horas duerme Lebron en esta infografía hecha por Michael Hyatt:
Menos Tiger Woods, todos los demás duermen al menos ocho o más horas cada noche.
Y, ¿te has dado cuenta de cómo está jugando Tiger últimamente? Quizá debería dormir un par de horas más.
Sé lo que estás pensando.
Pero, Neil, ellos son atletas. Yo no necesito dormir tanto.
Sí, lo necesitas.
Cuando dormía solo cinco o seis horas por noche, me llevaba diez horas realizar mi trabajo.
Así que me sorprendió saber que dormir más significaría ser más productivo.
Después de dormir entre ocho y nueve horas, podía terminar los mismos proyectos en cinco horas.
Podía responder 400 correos en 2 horas y media.
Generar ideas y ayudar a mi equipo solía llevarme casi 3 horas. Ahora, me lleva 1 hora.
Se lo explico a las personas como una inversión.
Si pones más dinero, vas a recibir más dinero. O al menos deberías.
Hay un momento en el que deberías utilizar Anuncios de Facebook, y hay un momento en el que deberías utilizar Google AdWords.
https://www.youtube.com/watch?v=d8_m8-Gmuf8
Ambas son opciones excelentes. Sin embargo, cada una tiene mejores resultados en distintos momentos por diferentes razones.
Cuando haces anuncios, monitorizas tu Retorno de Inversión (ROI), ¿verdad?
Revisas cuánto estás gastando en cada tipo de campaña. Y luego vuelves para ver si tu inversión en cada canal ha merecido la pena.
Si inviertes $100 dólares en Google AdWords, por ejemplo, un Retorno de Inversión de $200 dólares quizá valgan la pena.
Tu sueño también es una inversión.
Duerme 9 horas, y recibirás verdadera productividad.
En cuanto tomé la determinación de dormir 9 horas o más por noche, mi vida mejoró notablemente.
Y es ahí cuando empecé a investigar por qué dormir era tan importante.
Y resulta que es mucho más importante de lo que había pensado.
El verdadero poder del sueño para la productividad
La ciencia dice muchas cosas buenas acerca del sueño.
En un estudio de la BBC sobre el impacto del sueño, los investigadores encontraron que es fundamental para la memoria:
El sueño profundo suena como descanso, pero durante éste nuestros cerebros realmente están trabajando duro. Una de las cosas más importantes que hace el cerebro es mover recuerdos del almacenamiento a corto plazo al almacenamiento a largo plazo, permitiéndonos tener más espacio para recuerdos de corto plazo para el siguiente día. Si no tienes un sueño profundo adecuado, estos recuerdos se perderán.
El estudio también descubrió que dormir era esencial para determinar cómo el cuerpo regula el estrés y promueve salud en general.
Durante el sueño REM (el sueño más profundo), un químico relacionado con el estrés, noradrenalina, se desactiva.
Esto ayuda a nuestros cerebros a procesar los eventos del día en paz.
Sin sueño, nuestros recuerdos no se guardan de la forma en que deberían.
Nuestra noradrenalina permanece alta.
Algo interesante que también encontró este estudio es que los beneficios de dormir se reducen cuando los participantes se quitan aunque sea una sola hora de sueño.
¡Una hora!
Los participantes que dormían 6 horas y media tenían más dificultades para completar tareas que aquellos que dormían 7 horas y media.
Hay otros efectos secundarios relacionados con la falta de sueño.
Con el tiempo, la falta de sueño causa:
- Reducción del rendimiento cognitivo
- Mala consolidación de la memoria
- Daño a la atención y toma de decisiones
- Menor tiempo de reacción
- Menos inmunidad
- Menor esperanza de vida
Mira esa última: ¡menor esperanza de vida!
¿Sabías que aproximadamente 100,000 muertes al año ocurren por errores médicos relacionados con la falta de sueño?
Cada año, la conducción somnolienta causa 1,550 accidentes y 40,000 lesiones en los Estados Unidos.
No dormir puede, literalmente, matarte.
¿Vale la pena contestar el siguiente correo?
Hace algunos años quizá habría dicho que sí. Pero ahora no. Ya no.
Cómo dormir lo suficiente para ser productivo
Tal vez debería aclararte algo.
Me llevó bastante tiempo tener el hábito de no dormir.
También me llevó bastante tiempo adquirir el hábito de dormir.
Tal vez te encuentres en la misma situación. Quizá haya varias razones por las que no duermes.
Quizá realmente estés tan ocupado. Tal vez tengas insomnio.
Tal vez seas un adicto al trabajo que no sabe cómo decir: ¡no! (me ha pasado).
Entonces, ¿cómo puedes dormir nueve o más horas por noche?
Te diré lo que me ha funcionado.
1. Cambia tu forma de pensar sobre el sueño
La vida es ocupada. Lo sé.
Sigo revisando más de 400 correos todos los días. El trabajo no se acaba.
Si tienes familia, niños pequeños, varios negocios, problemas de sueño, dificultades de salud físicas o mentales, o todos los anteriores, quizá parezca imposible poder priorizar el sueño.
Pero de verdad necesitas priorizarlo.
Lo que me ayudó sobre todo fue cambiar mi forma de pensar.
En lugar de ver el sueño como un problema a resolver, lo vi como una oportunidad.
Descubrí formas en las que me beneficia.
Esta es una infografía que muestra algunos de estos consejos:
Debes entrenarte para dormir.
Por ejemplo, empieza a evitar las pantallas de ordenador y otros dispositivos de retroalimentación al menos una hora antes de acostarte. Leer sobre ficción puede alejar tu mente del trabajo.
Cuando te vengan preocupaciones a la mente, escríbelas para abordarlas el día siguiente. Pensar en ellas te mantendrá despierto.
Deberías crear tantos rituales como te sea posible.
Intenta acostarte y despertarte a la misma hora todos los días. Eso, tal vez, incluya también cepillarte los dientes a la misma hora.
Esto fue un gran cambio para mí. Significó que no podía revisar mis correos antes de ir a la cama.
En parte porque estaba tratando de acostarme más temprano, pero también porque me di cuenta de que utilizar la tecnología antes de acostarte daña el sueño.
Hago lo más importante antes de acostarme, por supuesto, pero después apago las pantallas.
Una vez que empieces a aprender a bajar el ritmo, notarás que es cada vez más fácil.
Ahora puedo quedarme dormido casi en cualquier lugar, y en cualquier momento. Incluso en lugares con mucho ruido.
2. Monitoriza tus patrones de sueño y trabajo
Solo sabrás si estás durmiendo lo suficiente si te tomas el tiempo de medirlo.
No estoy diciendo que debas monitorizar cada hora en que despiertes o duermas.
Solo digo que quizas deberías escribir cómo te están funcionando las cosas ahora, y compararlas después de un mes de dormir mejor.
Por ejemplo, yo utilizo RescueTime religiosamente.
El objetivo es ver en qué se enfoca cada hora de mi trabajo.
Una vez que sabes en qué estás invirtiendo tu tiempo, puedes compararlo con tus patrones de sueño.
Si te lleva dos o tres horas revisar tus correos todos los días cuando duermes cinco horas, pero solo te lleva una hora si has dormido ocho, ¡es una buena señal de que estás mejorando!
También deberás medir las métricas menos tangibles.
¿Cómo están tus niveles de estrés? ¿Cómo se encuentran tus relaciones?
¿Cómo te sientes sobre la calidad de tu trabajo?
¿Cómo te sientes sobre tu negocio en general? ¿Sobre ti mismo?
Aplicaciones como iMoodJournal pueden ayudarte a monitorizar tu estado de ánimo a lo largo del día y la semana.
Eso te dará una buena idea de cómo está mejorando tu estado de ánimo con el tiempo.
También puedes compararlo con tu horario de sueño para ver cómo los dos están entrelazados.
Presta atención a cómo el sueño te hace sentir, y duerme lo suficiente para que haya una diferencia notable.
3. Aplica la regla 80/20 para detectar las áreas que puedes aprovechar
Dormir más te hace más productivo. Y monitorizar el tiempo te ayuda a detectar exactamente dónde eres más productivo.
Hacer más de lo que haces bien te ayudará a hacer más dinero. De verdad, es así de sencillo.
Si eres bueno en lo que haces, más personas querrán lo que ofreces.
Sin embargo, en algún momento vas a llegar a los límites. Solo puedes trabajar un determinado tiempo al día.
El truco es optimizar lo que ya está funcionando bien. O empezar a descartar las cosas que no están funcionando para que puedas permanecer centrado en lo que sí.
Empecemos con algunos ejemplos fáciles para que puedas entender este cambio de forma de pensar.
¿Dónde inviertes tu tiempo más valioso?
Lo más probable es que, actualmente, sea en la creación de contenido o en pasar tiempo con clientes.
¡Esas cosas son importantes! No debes prescindir de ellas aún.
Entonces, ¿cuáles son tus opciones?
Puedes empezar optimizando el rendimiento actual.
Por ejemplo, ¿y si pudieras promocionar una tienda ecommerce en una sola hora al día?
Invertir unos cuantos dólares cada mes en herramientas que ahorran tiempo valdría la pena, si con ello consigues unas cuantas horas adicionales cada semana.
Eso valdría la pena, ¿verdad? Aunque tuvieras que pagar un poco de dinero por adelantado.
Jay Meistrich es el cofundador y CEO de la aplicación de productividad Moo.do.
Creó su startup mientras viajaba por 20 diferentes países.
A pesar de esa agenda, podía invertir cerca de 50 horas de trabajo cada semana.
No era una semana laboral de cuatro horas, pero tampoco una semana de 80 horas de trabajo como muchos otros fundadores de startups.
Y esta es la parte más sorprendente.
Jay pudo ser más productivo en su trabajo cuando viajaba que mientras permanecía en una sola ubicación.
La clave está en mejorar cómo abordas las cosas.
Es por eso que quizás valga la pena invertir el tiempo en un webinar. Tal vez pienses que estás “demasiado ocupado” ahora.
Por ejemplo, en una hora yo puedo enseñarte cómo obtener más visitantes en tu sitio web, más de los que quizás puedas gestionar.
Si aprendes una sola cosa de esa hora, habrá valido la pena. Podrás obtener mejores resultados cambiando tu enfoque.
Después, el siguiente paso es empezar a buscar tácticas que te ayuden a escalar.
Por ejemplo, me encanta el marketing de influencers, porque otras personas hacen publicidad por mí.
Por supuesto, tal vez requiera inversión nuevamente. Pero libera mucho tiempo, con el que puedo hacer las cosas en las que soy bueno.
Barbell Apparel es una empresa relativamente pequeña, por ejemplo. Sin embargo, se asocian con otros atletas e influencers para que hagan marketing de boca a boca por ellos.
Este es un ejemplo perfecto de una asociación con Hannah Rhodes:
El Remarketing es otra de mis técnicas favoritas para escalar un negocio.
Se ha demostrado que el remarketing aumenta las tasas de conversión a lo largo del tiempo, además de tener uno de los menores costes en anuncios.
Lo mejor de todo es que puedes automatizar casi completamente el remarketing.
Quizás te lleve algo de esfuerzo configurar y ejecutar campañas de remarketing. Deberás aprender cómo aparecen los anuncios de remarketing en los resultados de búsquedas (RLSA) y cómo funcionan en las audiencias personalizadas de Facebook.
Pero, cuando lo aprendas, podrás automatizar estas campañas.
Las startups exitosas saben cómo escalar.
Constantemente estás buscando formas de sacar mayor provecho de tu dinero.
Eso obviamente se aplica a la manera en la que estás invirtiendo tu presupuesto.
Sin embargo, también ase plica a la forma en la que estás invirtiendo tu energía y tu atención.
Enfócate en las cosas que haces mejor. Aprende a optimizar la manera en la que consigues clientes.
Y también podrás empezar a dormir entre 8 y 9 horas cada día.
Conclusión
Las exigencias en tu vida nunca van a cambiar.
Simplemente vas a tener que hacer más cosas a medida que tengas más éxito.
Pero tú puedes cambiar para cumplir con esas exigencias.
Si quieres mejorar tu productividad y ser lo más eficiente posible, no necesitas más horas al día.
Necesitas más horas de calidad.
Esto solo lo lograrás durmiendo. La ciencia apoya este argumento.
Si quieres que tu negocio crezca, ve a dormir.
Dormir puede lograr cosas maravillosas, pero solo te darás cuenta cuando lo hagas.
¿Qué resultados has experimentado al dormir más horas?
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