Ser un líder es difícil.
La mayoría de las personas no nacen con el don de poder hacer cosas que inspiren a otros diariamente.
Pero no tienes que nacer con ese don para tener éxito.
Como ocurre con cualquier otra habilidad, puedes aprender a ser un líder.
Implica mucha práctica y enfoque, pero puedes entrenarte para ser un líder excelente.
Una parte clave de ser un buen líder es poder ser un coach de tus empleados. Es decir, dar una retroalimentación tanto positiva como constructiva a los empleados para ayudarles a crecer.
También significa trabajar en equipo para lograr objetivos comunes, en lugar de que el líder simplemente sea «el jefe.»
Los líderes que son buenos haciendo coaching tienen 3 veces más empleados estrella en sus equipos.
Yo prefiero no involucrarme en la administración y liderazgo de los empleados.
Cuando mi cofundador Hiten Shah y yo estábamos gestionando Crazy Egg y Kissmetrics juntos, él se encargaba de todos los asuntos de recursos humanos.
Tal vez no cuentes con la suerte de tener un cofundador que pueda hacerse cargo de los aspectos de liderazgo de tu negocio.
O tal vez te guste la gestión de las personas pero quieres mejorar tus habilidades.
Cualquiera que sea tu motivación para aprender liderazgo, una buena regla es tratar siempre a los demás como quieres que te traten.
Puede parecer cursi, pero funciona.
Sin embargo, hay algunos consejos comunes de liderazgo que todos los líderes deberían conocer.
Si quieres saber más, sigue leyendo para descubrir 6 cosas que hacen los grandes líderes y cómo puedes copiarlos.
Motiva a los empleados a pensar como propietarios
Los líderes tienen la difícil tarea de inspirar a las personas que trabajan con ellos, incluso cuando el trabajo que hacen no inspira en absoluto.
Los buenos líderes necesitan poder mostrar a los empleados, incluso con tareas aparentemente insignificantes, cómo contribuyen al panorama general de objetivos de la empresa.
Un buen ejemplo es Jeff Bezos, CEO de Amazon.
Bezos quiere que los empleados de Amazon piensen como propietarios. Quiere personas innovadoras y talentosas que se preocupen lo suficiente del negocio como para trabajar más duro que los demás.
¿No es lo que todos queremos?
El personal de Amazon ha crecido rápidamente, con más de 380,000 empleados en 2017.
Atraer a muchos trabajadores talentosos que piensen como propietarios es una tarea difícil.
Así que Bezos realmente los hace propietarios.
Debido a su cultura de innovación, Amazon lanzó el programa de Prime en 2005, lo que hizo del envío de dos días una realidad.
¡Esto fue cuando las personas esperaban hasta una semana para que llegaran sus pedidos! Nos han acostumbrado a esto y ahora esperamos envíos en un día.
Amazon fue más allá para sorprender a los clientes y ofreció envíos el mismo día.
La expectativa de Bezos de que los empleados piensen como propietarios los empodera para crear soluciones innovadoras y resolver los problemas de los clientes.
Dar a los empleados acciones en la empresa, les recuerda que no son un engranaje sin rostro dentro de una máquina. También son propietarios.
Sus ideas son valiosas.
Bezos refuerza esto con su famosa carta anual a todos los accionistas y empleados, la cual es pública y recibe elogios como ejemplo de un sólido liderazgo.
Poder hacer algo bueno por otros y marcar la diferencia están entre los factores de motivación más importantes para los empleados.
Los empleados que se sienten respetados, están más conectados con la empresa y su visión.
No se trata de una ciencia complicada, ¿verdad? Trata a tus empleados con respeto y ellos tendrán buenas ideas para ti.
Ofrece feedback regular
Los buenos líderes se toman el tiempo de conocer a sus empleados, tanto de forma personal como profesional.
De forma regular, discuten objetivos y cómo pueden ayudar a sus empleados a lograrlo.
Preguntan acerca de los hijos y familia de los empleados, sus planes de vacaciones y siempre recuerdan sus cumpleaños.
No hacen estas cosas para aparentar que se interesan. Si lo haces esto solo para aparentar, las personas se darán cuenta.
Los buenos líderes hacen esto porque genuinamente se interesan en las vidas y sentimientos de sus empleados.
Pero no todo es de color de rosa.
Parte de ayudar a tus empleados a lograr sus objetivos es darles una retroalimentación sólida.
Un estudio Zenger Folkman publicado en Harvard Business Review reveló que los empleados quieren escuchar feedback negativo aunque a la mayoría de administradores y gerentes no les guste.
No todos los empleados quieren escuchar este tipo de feedback por igual.
El estudio también descubrió que, cuanta más confianza tenga un empleado en sí mismo, más quiere escuchar un feedback negativo.
Tal vez creas que fastidiarás el día a la mayoría de los empleados extrovertidos y con confianza en sí mismos si les das un feedback negativo.
Pero lo más probable ¡es que quieran escucharlo!
Tus empleados con mejor rendimiento son los que más ansían tener feedback constructivo. Siempre están buscando mejorar y tener mejores habilidades.
Sin saber dónde se encuentran, ¿cómo pueden saber qué mejorar?
En una encuesta reciente sobre las quejas de los empleados sobre sus líderes, el 39% de los encuestados se quejaban de que no les daban críticas constructivas.
Eso justo antes de «no saber los nombres de los empleados.» Terrible.
Si no puedes recordar la última vez que diste un feedback negativo o positivo a uno de tus empleados, es que ha pasado demasiado tiempo.
Saca el tiempo necesario para dar feedback todos los días a al menos parte de tu equipo.
¡El feedback también funciona en ambos sentidos!
Establece una reunión mensual o semanal con cada uno de tus empleados. Hazles saber que aprecias su trabajo duro y qué pueden mejorar para la próxima vez.
También hazles saber que pueden hacerte cualquier pregunta o hablar de cualquier situación, incluso si el problema se relaciona contigo.
Estar abierto a recibir feedback de tus empleados les ayuda a confiar en ti.
Siente felicidad y no amenaza cuando otros tengan éxito
Los buenos líderes saben que su misión es ayudar a aquellos que están por debajo de ellos.
Algunos gerentes dejan que el miedo se apodere de ellos cuando ven que alguien está haciendo las cosas bien.
Piensan que si su empleado hace un mejor trabajo, terminará por quitarle el puesto.
¡Eso tal vez sea cierto! Pero el punto es que deberías de forma activa ayudar a tus mejores empleados a acceder a tu empleo.
Tú tienes tus propios objetivos. Tal vez quieras el empleo de tu jefe, igual que eventualmente tu empleado querrá tu cargo.
Podéis ayudaros mutuamente para lograrlo. Ser el mentor de tus empleados no significa solamente ofrecer feedback regularmente.
Es hacerles saber que ves potencial en ellos, y que quieres ayudarles a hacer crecer su carrera dentro de la empresa.
Es ser claro acerca de cuáles son los siguientes pasos. Tal vez sea una promoción a un departamento diferente o acceder a tu cargo como administrador o gerente durante un día.
Para que esa mentorización funcione de forma exitosa, debes relacionarte con tus empleados de forma frecuente para ver cómo les está yendo. Establece objetivos claros, monitoriza el progreso y habla de los obstáculos que están experimentando.
¡Tú eres la persona a la que ellos acuden en lo que se refiere sus carreras!
Incluso los empresarios más famosos han tenido grandes mentores.
Mark Zuckerberg tuvo como mentor a Steve Jobs, y Bill Gates a Warren Buffett.
Boeing tiene un programa de mentoría bastante sólido. Unen a líderes experimentados con nuevos talentos que trabajan en varias áreas de la empresa, desde Recursos Humanos hasta TI.
Una parte interesante de su programa es el componente de mentoría entre pares.
Los empleados se reúnen con sus pares uno a uno para aprender nuevas formas de pensar.
Construir este conjunto de habilidades interpersonales los prepara para una carrera de liderazgo de éxito más adelante.
Tu programa de mentoría no tiene que ser tan formal, simplemente debes dejar claro a quienes supervises que estás ahí para apoyarlos. Reúnete con ellos frecuentemente para hablar sobre su progreso y prepárate para abrirte acerca de tus propias dificultades frente a tu carrera.
Sé honesto
Es difícil confiar en líderes que no son honestos contigo.
Aunque muchas empresas piensan que unas buenas relaciones públicas significan mantener las cosas «dentro», a veces los clientes quieren saber qué está sucediendo.
Un ejemplo famoso reciente es el derrame de petróleo del BP Deepwater Horizon en 2010.
Muchas personas estaban indignadas no solo por el derrame, sino también por cómo la empresa gestionó la situación en los medios.
A BP esta situación le costó mucho dinero, pero también marcó de forma importante a su marca.
Tu marca y su reputación valen más que el estado general financiero de tu empresa.
A los consumidores y a los empleados les gusta estar al tanto, y aún así muchas empresas nos dejan en la oscuridad.
Lo entiendo. A las empresas no les gusta ser honestas porque temen cómo vayamos a reaccionar. Pero es importante mostrar respeto a los clientes y empleados, manteniéndolos informados de las decisiones que les afectarán.
Para ser un gran líder debes aprender a dar malas noticias de la forma más efectiva y compasiva posible.
Cuando está en tus manos el destino de otras personas, es tu deber decirles la verdad aún cuando sea difícil.
El 82% de las personas no creen que los líderes en las empresas digan la verdad.
Si eres un nuevo líder, no puedes entrar, pedir a todos que confíen en ti y esperar que eso sea suficiente.
Los empleados necesitan ver acciones sólidas y de manera consistente antes de confiar en ti.
Da a la confianza tiempo para desarrollarse, y no culpes a tus empleados si no confían en ti de inmediato. No sabes con qué tipo de líderes han trabajado en el pasado.
Apoya a los tuyos a toda costa
Algunas veces, tal vez te des cuenta de que tus empleados se encuentran en medio de una queja injusta de un cliente.
Los buenos líderes siempre defienden a sus empleados, especialmente en público. En privado, tal vez haya una sesión de coaching acerca de cómo gestionar la situación con un cliente enfadado.
Pero, para el mundo, el líder apoya 100% al empleado y está listo para luchar a su lado.
No estamos diciendo que ignores a los clientes o que automáticamente pienses que están equivocados.
Debes escuchar la situación completa y juzgar tú mismo quién tiene la culpa.
Apoyar a tus empleados no significa pasar por alto un mal servicio al cliente. Significa gestionar la retroalimentación de forma privada en lugar de avergonzarlos de forma pública.
Apoyar a tu equipo construye confianza, lo que es importante a todos los niveles.
Sin embargo, construir confianza en torno a líderes ejecutivos tiene el doble del impacto en engagement que con los supervisores inmediatos.
Los empleados también necesitan confiar en su supervisor. Pero confiar en los líderes más importantes de la empresa significa confiar en toda la organización.
Esta es una motivación poderosa para el rendimiento.
Un ejemplo notable es el de Southwest Airlines. Después del atentado del 9/11, muchas otras aerolíneas anunciaron despidos y reducción de los beneficios a aquellos empleados que se quedaban.
El CEO de Southwest en ese momento, James Parker, anunció al mismo tiempo que Southwest no despediría a nadie. También presentó un nuevo plan de compartir ganancias.
Mientras otros en la industria estaban despidiendo a sus empleados, imagínate el alivio de los empleados de Southwest al escuchar eso.
Apoyar a los tuyos también puede hacerse de forma más personal.
En 1997, un robo armado en Starbucks de Washington D.C. derivó en la muerte de 3 empleados.
El CEO de entonces, Howard Schultz, no respondió de la misma forma en que lo hacen muchos líderes.
No llamó al departamento de Relaciones Públicas y emitió un comunicado de prensa emotivo. No pidió a sus asistentes que compraran flores u otras muestras de apoyo para que se enviaran a las familias de las víctimas.
En lugar de eso, cogió un avión y viajó inmediatamente a D.C.
Canceló sus citas y pasó una semana con las familias de las tres víctimas. Ofreció sus condolencias y apoyó personalmente en lugar de esconderse detrás de su empresa.
Su interés genuino por sus empleados dejó constancia del nivel de apoyo para los miembros de su equipo, ya fueran empleados locales o estuvieran en el otro lado del país.
No temas equivocarte
Los buenos líderes son innovadores.
Prueban nuevas ideas, cambian procesos y generalmente siempre tratan de mejorar todo lo que tocan.
Para tener éxito haciendo eso, también debes mantener tu ego bajo control.
Lo que puede ser una idea brillante sobre papel, tal vez no sea tan buena en la vida real.
¿Recuerdas las primeras gafas de Google?
Los buenos líderes saben cuándo es buen momento de tirar la toalla en su experimento y probar algo más. Quieren resolver un problema, no alardear de sí mismos.
Un estudio en el Reino Unido reveló que los empleados y líderes no coinciden respecto a con cuánta frecuencia los líderes aceptan sus propios errores.
Cuando se les preguntó por qué no se disculpaban, los comentarios más frecuentes entre los líderes era que no querían parecer débiles o incompetente.
¡Es todo lo contrario!
Disculparse por un error muestra a tus empleados que eres humano.
Si un empleado cometiera un error, probablemente preferirías que lo admitiera y dijera «Sí, hice eso. Pero he aprendido y no lo haré nuevamente.»
Tus empleados quieren escuchar lo mismo de ti.
Una empresa que hace un muy buen trabajo cultivando una atmósfera de humildad es Pixar.
Ed Catmull, presidente de Pixar, describe el fracaso como una parte clave de su cultura organizacional.
Pixar anima a todos los empleados a hablar acerca de sus ideas sin temer a hacer el ridículo.
De hecho, no solo se les anima a fracasar, sino que se espera que lo hagan.
Andrew Stanton, un director de la empresa, dice a los empleados «fracasad pronto, fracasad rápido.»
Él dice que limitarse a aceptar que se ha fracasado no es suficiente. Si los empleados no están fracasando en algo es que están haciendo algo mal.
Nadie puede tener éxito constantemente.
Esta mentalidad de aceptar los errores les ayuda a generar buenas ideas para películas, y convertirlas en los clásicos que conocemos hoy.
Conclusión
El liderazgo nunca es fácil.
Hay muchas escuelas que lo enseñan, pero no puedes simplemente obtener un diploma en liderazgo. Sin experiencia real, nunca entenderás cómo construir un equipo sólido.
Muchas personas confunden ser un gerente con ser un líder.
No son lo mismo en absoluto.
La gerencia es un cargo o posición que se te otorga, pero el liderazgo tienes que ganártelo.
Tienes que interesarte genuinamente en tus empleados y querer que tengan éxito.
Dar retroalimentación tiene que ser algo natural para ti, aunque creas que vas a herir a alguien.
Debes aprender a hacer críticas constructivas con tacto y amabilidad para que se acepten como una experiencia de aprendizaje.
Un líder defiende a los suyos y nunca les hace quedar mal delante de los clientes o de otros empleados. Ganas respeto si das respeto.
Y, sobre todo, debes ser humilde.
No eres invencible y tampoco lo son tus ideas.
Abrete a recibir las críticas de tus empleados también. Pídeles que te digan cuándo creen que un proceso no está funcionando, y que expresen sus ideas.
Debes estar contento de escuchar sus ideas y no temer que sean mejores que las tuyas.
¿Has trabajado alguna vez para un buen líder? ¿Cómo te hizo sentir valioso como empleado?
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