Todos los emprendedores fracasan.
Asimila esto un momento.
Todos los emprendedores fracasan.
Si eres un emprendedor, en algún punto fracasarás. Es inevitable. Ya sea un fracaso grande o pequeño, siempre habrá algo que podrás aprender.
El fracaso se considera una muy mala palabra entre startups y emprendedores, pero no debería serlo.
El fracaso no es del todo una pérdida – puedes usarlo a tu favor.
Los emprendedores tampoco son los únicos que fallan. El cuarenta por cierto de todos los negocios fracasarán en sus primeros tres años. Eso es bastante.
Para los emprendedores, el riesgo es aún más alto. Los emprendedores comienzan sus negocios para hacer algo disruptivo en una industria. Esto aumenta el riesgo de fracaso a unos niveles más altos.
Además, cuanto más tiempo dure un negocio, más probabilidades tiene de fracasar en algún punto.
El periodo de más riesgo para un nuevo negocio está entre los primeros 3-5 años, donde se puede ver que hay una fuerte disminución en el número de negocios.
Las personas exitosas fracasan. Y no, eso no es un oxímoron.
Fracasar es una opción
El fracaso se contempla a menudo como un final, pero ese no tiene que ser el caso. Para la mayoría de los emprendedores y sus negocios, el fracaso solo es el comienzo.
Si detectas que tu negocio está fracasando, es el momento de hacer un cambio y encontrar una solución al problema. Solo debes entender que el fracaso es una posibilidad.
Quizás necesitas comenzar desde cero. Y si ese es el caso, ESTÁ BIEN. Mi propio negocio falló, pero aún sigo en pie (y algo más que solo en pie).
¿Por qué? Porque examiné los problemas de mi primer negocio y me aseguré de que lo que aprendí influyera en mis decisiones futuras.
Eso es especialmente importante para los pequeños negocios. Un estudio desarrollado en Australia detectó que el tamaño de un negocio se relaciona con su tasa de supervivencia.
El fracaso es un escalón más en el camino hacia el éxito. Vas recogiendo nuevas piezas de información en el camino que evitarán que cometas errores futuros.
Y es que los negocios fracasan por muchas razones. Un estudio de la NSBA preguntó a sus participantes acerca de los mayores obstáculos a los que se enfrentaron para mantener su negocio a flote.
Casi la mitad de ellos respondieron que la incertidumbre económica fue el mayor obstáculo.
Sin embargo, podrás ver que solo 5 por ciento de los participantes dijeron que no se enfrentaron a retos significativos.
Si estás luchando para mantenerte en pie, claramente no te pasa solo a ti.
Pero ahí está la cuestión: tú no puedes controlar la economía. Nadie tiene una varita mágica que pueda garantizar crecimiento económico.
Tampoco puedes controlar la leyes o el coste de los beneficios del seguro médico.
Es por ello que los emprendedores exitosos se enfocan en las cosas que sí pueden controlar.
Si puedes maniobrar o pivotar desde la situación en que te encuentras y encontrar una solución al problema que está causando que tu negocio fracase, entonces ese fracaso rápidamente se transformará en un éxito y una lección aprendida.
Acepta el fracaso
Fracasar es parte del proceso de comenzar un negocio y ser un emprendedor.
Es posible que hayas escuchado muchas historias sobre éxitos que ocurren de la noche a la mañana. Pero en la mayoría de los casos, esas historias no revelan todos los tropiezos que ha habido detrás de esos eventuales logros.
Por ejemplo, investigadores y doctores a menudo inventan miles de vacunas que fracasan antes de finalmente encontrar una que funcione.
Así mismo, los emprendedores a veces comienzan varios negocios antes de encontrar la fórmula que resulta ganadora.
Por otro lado, algunos dueños de negocios están tan asustados de aceptar el fracaso que se ven bloqueados por el miedo. Ese miedo les impide actuar, pivotar, crear y hacer los fundamentos necesarios.
Si detectas que tienes miedo al fracaso, trata de aceptarlo.
Como dije antes, no estás solo.
Hay muchas razones por las cuales los startups fracasan. De acuerdo a una encuesta de CB Insights, muchos dueños de negocios declararon que sus negocios fracasaron por la falta de necesidad de su servicio o producto en el mercado.
En otras palabras, los negocios a menudo se hunden porque sus fundadores son negligentes a la hora de conducir una investigación básica de mercado. Y tú ya sabes qué pienso acerca de las decisiones basadas en datos.
Si casi la mitad de los negocios fracasa porque no hay necesidad de sus productos o servicios, entonces hay un manera sencilla de revertir esa tendencia.
Los emprendedores pueden aprender automáticamente de esos fracasos, y conducir investigaciones adecuadas antes de lanzar al mercado sus propios negocios.
Es sentido común, pero muchos emprendedores están tan enamorados de sus ideas que no consideran el otro lado de la ecuación.
La segunda razón más común detrás del fracaso de las empresas, se reduce al dinero, tan simple como eso. Casi el 30 por ciento de los dueños de negocios reportaron que sus empresas nunca despegaron porque se quedaron sin dinero.
El flujo de caja inadecuado puede darse por varias razones.
Quizás el negocio no cuadró las cuentas por cobrar de manera agresiva.
Quizás la empresa no logró aprovechar los anuncios PPC correctamente.
Cualquiera que sea el caso, siempre hay una razón detrás de la razón. Si tú puedes aceptar el fracaso y aprender de él, sabrás cómo evitar cometer el mismo error dos veces.
Sé honesto
Digamos que tu negocio o uno de tus productos no funciona. En el mundo de las startups tendrás que ser honesto con tu equipo.
Si tu empresa está comenzando a perder impulso, o si ha cometido graves errores, asúmelo.
Los emprendedores suelen sentirse solos en la construcción de su negocio, y solos en el fracaso del mismo. Pero no lo están. Tu equipo y tus compañeros están detrás de tí, tengas éxito o no.
Cuanto más rápido puedas admitir que hay un problema, es más probable que quieran ayudarte a resolverlo y hacer que el negocio funcione.
Muchos emprendedores y dueños de negocios se sienten inseguros acerca de su futuro.
Si no admites tus fracasos, entonces alguien más los señalará eventualmente. Si alguien más tiene que señalar tu fracaso o error, entonces parecerá mucho peor.
Es mucho mejor asumirlo y ser honesto cuando cometes un error o incluso si conduces tu negocio a la quiebra.
Y por supuesto, siempre debes ser honesto contigo mismo.
No te mientas a ti mismo pensando que no hay un problema cuando sabes muy bien que sí. Detectar un fracaso en sus etapas iniciales significa que tienes bastante tiempo para darle la vuelta.
Lo contrario significa tener un desastre más grande entre manos.
Responde preguntas
Si has fracasado de alguna manera, no solo eres tú quién está en riesgo – también lo está tu equipo. Después de que admitas tu fracaso, puedes ofrecer explicaciones, no excusas.
Si asumes tu fracaso y lo examinas públicamente, puedes aprender mucho más acerca de qué salió mal.
Además, parte de examinar tu fracaso es hacer y responder preguntas. Deberías sentirte con suficiente confianza para responder cualquier pregunta que tu equipo pueda hacerte.
En vez de esconderte en tu oficina, puedes convocar una reunión de equipo. En vez de pretender que estás ganando mucho dinero, muestra a tu equipo la tabla de ganancias y pérdidas.
Tu honestidad y voluntad para responder preguntas construirá un equipo más fuerte mentalmente. A partir de ahí, pueden ayudarte a reconstruir lo que no funciona.
Las startups son, naturalmente, más resistentes frente al fracaso, puesto que pueden aprender y cambiar de dirección fácilmente. Esto les da una ventaja sobre las grandes compañías, e inclusive les da el potencial de vencer a sus más grandes competidores.
Maneja tus emociones
Hay una gran diferencia entre reacción y respuesta.
Una reacción es tu respuesta emocional, instintiva. Una reacción normalmente agrava el problema.
Esto es porque los negocios no son emocionales. A la bolsa de valores no le importa si tú haces dinero. Tampoco les importa a tus consumidores.
Una reacción emocional conduce a una falta de movimiento y acción.
Una respuesta, por otro lado, implica inercia.
Por ejemplo, si tú sabes que tus prospectos no se están convirtiendo en clientes, entonces puedes ajustar tu estrategia de marketing para atraer a prospectos que hayas perdido.
Igualmente, si te das cuenta de que tus productos no están resonando en tus consumidores, puedes volver a la fase de investigación y desarrollo para mejorarlo.
Si examinas y manejas tus emociones, es más probable que tengas la habilidad para responder al fracaso, en vez de simplemente reaccionar ante él.
Manejar tus emociones no significa simplemente echarles un vistazo. El fracaso puede hacer que los emprendedores se sientan enojados, tristes, asustados y otra gran cantidad de emociones.
Examina esas emociones. Tómate un tiempo para procesar qué ha pasado y entonces crea un plan sobre cómo lograr cambios positivos.
Aprende
Es tan simple como eso: aprende de tu fracaso. No importa el fracaso, siempre hay algo que puedes aprender de la experiencia.
Una gran parte de usar el fracaso como ventaja es saber cómo y por qué el fracaso sucedió.
No aprender de tus fracasos abre la puerta a más fracasos en el futuro. Es posible que como emprendedor falles en eso varias veces.
Sin embargo, si no aprovechas la oportunidad para crecer y reconstruir, te perderás las partes más emocionantes de tener un negocio propio.
Comienza por un boceto. Crea una nueva idea. Emociónate acerca de algo que te apasione.
Saber que muchos negocios fracasan es lo que evita que muchas personas comiencen sus propios negocios.
No permitas que el potencial fracaso te aleje de cumplir tus sueños, En cambio, asume que el futuro es incierto y sé consciente de que el fracaso es una posibilidad.
Planifica para el futuro
Parte de aprender de tus fracasos es crear un plan para el futuro. Cometer el mismo error dos veces significa que no aprendiste nada de él la primera vez.
Casi el 30 por ciento de los negocios fracasan por falta de financiación. Muchos reciben financiación de fuentes externas, pero el 79 por ciento de los pequeños negocios con menos de 5 empleados usan sus propios ahorros – y esto no es bueno.
Tu plan cambiará a lo largo del tiempo, pero no tener un plan es un fracaso en sí mismo.
Por ejemplo, yo soy conocido por crear complejos planes de marketing. Nunca lanzo al mercado una campaña sin saber exactamente lo que estoy haciendo.
Además, yo no creo un plan sin antes sumergirme en los datos. ¿Qué ha funcionado para otras compañías? ¿Qué ha funcionado antes para mí?
Cuando conozco esta información, no solo puedo crear un plan sino que también puedo ejecutarlo. Y no tengo que depender de solo tener fe en que funcione.
Planificar para el futuro te permite tener capital extra, un plan de escape, y un fuerte equipo de trabajo que pueda anticipar cualquier problema potencial y mantener el impulso de tu negocio.
Motívate
Convierte la energía de la ansiedad que crea un fracaso en motivación.
Fracasar es solo un paso en el largo camino del éxito del emprendedor. Usa ese fracaso para motivarte en hacer tu negocio exitoso, en vez de dejar que te someta al temor.
El fracaso acompañado del miedo puede significar el final de tu negocio. El fracaso unido a la motivación puede llevar al éxito.
Si necesitas encontrar motivación durante los tiempos de fracaso, solo escucha las voces de todas las personas que dijeron que no podías hacerlo. Luego levántate de nuevo y sigue adelante.
Gana perspectiva
Así como has usado el fracaso para obtener motivación, usa tu fracaso para ganar perspectiva.
El fracaso significa que has hecho algo. Si nunca hubieses empezado un negocio, no podrías haber fallado. Usa esa perspectiva para abordar tus futuras metas y obstáculos.
Tu fracaso puede mostrarte dónde están tus debilidades.
Examina ese fracaso para encontrar los puntos débiles de tu negocio.
¿Te ha sido difícil generar conciencia de marca? ¿Tus clientes tienen dificultades para encontrarte en Internet?
Una vez que hayas identificado esos puntos débiles, puedes probar nuevas ideas. Yo soy un gran fan de crear una hipótesis y probarla en la vida real.
Si no estás seguro de cómo ganar perspectiva de tu fracaso, pide ayuda. Pedir a una fuente externa o un mentor que examine tu negocio cuando hay un fracaso puede ayudarte a ganar perspectiva.
Ganar perspectiva puede que no sea algo que ocurra de inmediato. Procesar un fracaso, manejar tus emociones, y encontrar razonamiento lógico para estas, puede llevar tiempo.
Pero una vez que seas capaz de pensar lógicamente, podrás ganar la perspectiva que necesitas para transformar por completo tu negocio fallido.
Descubre lo positivo
Muchos de estos consejos conducen exactamente a este punto: Encuentra lo positivo.
El fracaso puede ser emocional, especialmente cuando tu negocio es como tu hijo. Ese tipo de fracaso puede ser frustrante para cualquier emprendedor.
Revisar tus emociones, examinar tus fracasos, y tomarte el tiempo para ganar perspectiva te ayudará a encontrar los aspectos positivos del problema.
Buscar el lado bueno de las cosas en un fracaso puede ayudarte a enfocar tu mente en el problema. Transformar el fracaso en tu beneficio es simple cuando puedes ver por qué el fracaso es positivo, o cómo puede inclusive beneficiar a tu negocio.
Lo positivo dependerá del fracaso en sí. Tu fracaso puede que te ayude a identificar las debilidades de tu negocio y repararlas. Inclusive, ese fracaso puede que te ayude a identificar a un miembro de tu equipo que no encaja en la compañía.
Cuando mi primer negocio falló, forjé el camino al éxito con Crazy Egg, Hello Bar, y otras iniciativas.
No importa el problema, busca algo positivo en ello. Si te mantienes enfocado en lo negativo, nunca lograrás seguir adelante.
No te agotes
Los emprendedores a veces se sienten como hamsters en pequeñas ruedas de plástico. Siguen adelante, en círculos, pero no llegan a ningún lado.
No dejes que el fracaso de un negocio te agote.
Esto es bastante común en el mundo de los emprendedores. Las startups requieren largas horas de trabajo y compromiso total de sus socios fundadores. Trabajar a estos ritmos hace que tus recursos se agoten fácilmente.
En vez de continuar en la rueda de hamster, tómate un descanso y evalúa tu rumbo. Repetir la misma acción una y otra vez no cambiará el resultado.
Cuando estés atascado, trata de hacer exactamente lo opuesto. Muchos emprendedores descubren las mejores ideas cuando reformulan el problema y consideran las alternativas.
Un gran factor de estrés para muchas startups es el financiación. Esto es especialmente cierto, pues el 73 por ciento de los emprendedores comienzan con los fondos de sus ahorros personales.
Al usar sus propios ahorros, estos emprendedores están completamente comprometidos con su negocio. A menudo también significa que los miembros de sus familias también lo están.
¡Eso es mucha presión!
Tal inmersión en tu negocio – tanto de tiempo como de dinero – hace fácil que te agotes si no estás atento a las señales de peligro.
Altos niveles de estrés, falta de sueño, y falta de claridad son indicadores de que te estás quemando como empresario.
Tú no quieres perder el impulso. Puedes elevarte por encima de tus fracasos en vez de que estos te hundan y arruinen tu negocio.
Fracasa a lo grande
Hazlo grande o vete a casa. Ese es el mantra para muchos emprendedores
Incluido yo mismo.
Y esto no se debería aplicar solamente al éxito. Si estás comenzando un nuevo negocio, sueña en grande y crea algo enorme.
Un gran fracaso significa que tú tienes el potencial para un gran éxito. Si vas a fracasar, mejor hacerlo a lo grande.
Un gran fracaso puede ser usado a tu favor de la misma manera que un pequeño fracaso lo haría. Solo que quizás necesites más tiempo para encontrar la manera en que este fracaso te lleva hacía adelante.
Un gran fracaso puede que signifique el final de tu negocio actual, pero no significa que estás fuera de juego.
Yo he comenzado muchas compañías. Algunas más exitosas que otras. Y, como he mencionado antes, he fracasado en bastantes ocasiones.
¿Significa eso que me resigno a una vida de sueños no realizados? ¡Por supuesto que no!
Si has fracaso a lo grande, entiende que también lo has intentado a lo grande.
Aprende sobre ti mismo
Podemos ver a nuestros verdaderos ‘yo’ cuando fracasamos. Y así como el fracaso muestra las debilidades en tu negocio, también puede revelar aspectos de tu personalidad que no conocías.
Una manera de ganar perspectiva sobre tu fracaso es dar un paso hacía atrás y aprender acerca de ti mismo. Hazte estas preguntas:
- ¿Cómo he reaccionado ante este fracaso?
- ¿Reaccioné o respondí ante este fracaso?
- ¿Qué significa este fracaso para mí y para mi negocio?
- ¿Cómo interactuó y respondió mi equipo mientras manejaba este fracaso?
- ¿Qué puedo hacer la próxima vez que me encuentre en una situación similar?
Estas preguntas pueden ayudarte a examinar tu fracaso y a aprender más sobre ti mismo y sobre cómo responder a situaciones de estrés.
Un causante de estrés a nivel comercial que puede conducir a un fracaso es un gasto inesperado. Una encuesta de Gallup muestra que el 36 por ciento de los dueños de pequeños negocios se enfrentaron a varios significativos gastos inesperados.
¿El mayor de estos gastos? Costes relacionados con los empleados.
Los costes inesperados pueden conducir al fracaso de pequeños negocios que cuentan con un presupuesto limitado. Si ese coste inesperado está relacionado con otros miembros del equipo, esto puede crear otro fracaso: falta de confianza entre colegas.
Los miembros de equipo necesitan confiar los unos en los otros para así prosperar. Es por esto que es tan importante para los emprendedores asumir sus fracasos públicamente y liderar con el ejemplo.
Equivócate rápido
Si vas a fallar, hazlo rápido. Ir despacio por el camino de la equivocación, no hará que el dolor sea menor cuando toques fondo.
Cuando sabes que estás fallando, es el momento de responder agresivamente. Cuanto más rápido puedas ajustar tu estrategia, más rápido podrás lograr tu siguiente éxito.
Conclusión
Todos los emprendedores fracasan. Y me incluyo.
Los emprendedores exitosos usan ese fracaso a su favor.
El fracaso no es el fin del mundo. Sin fracaso no puede haber éxito. Si nunca te conviertes en un emprendedor, o comienzas el negocio que has estado soñando, nunca fracasarás.
Pero tampoco triunfarás.
Y la parte más importante de usar el fracaso en beneficio propio como emprendedor es aprender de tus errores. Y de los errores de otros.
¿Has fracasado como emprendedor? ¿Qué hiciste al respecto?
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